El aumento de incendios forestales en la cuenca del Mediterráneo podría estar minando la resistencia de sus ecosistemas. Así lo sugiere un estudio internacional en el que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que ha sido publicado en la revista 'Fungal Biology'. Y es que los incendios forestales no sólo arrasan los bosques de forma inmediata sino que sus efectos se prolongan durante mucho tiempo, incluso cuando aparentemente se están recuperando.
Los investigadores midieron los cambios actuales en la frecuencia de fuegos en la cuenca del Mediterráneo y constataron que el aumento de incendios podría estar minando la resistencia de sus ecosistemas.
Los científicos descubrieron cambios en la estructura, la composición y la diversidad de los hongos ectomicorrícicos, que juegan un papel clave en la regeneración de bosques y otras comunidades vegetales tras una perturbación.
Uno de los hongos analizados. |CSICLos investigadores midieron los efectos del fuego en regiones donde los incendios tardaban en producirse (y en los que la población de pinos ya se había regenerado) y en otras en las que se producían con frecuencia y, por tanto, sólo había arbustos porque no había dado tiempo a que los pinos volvieran a crecer.
Mediante el uso de técnicas de amplificación de ADN y de secuenciación, comprobaron que los efectos sobre las especies micorrícicas variaban enormemente.
Los autores señalan que en cualquier estrategia de gestión o restauración de un terreno tras un fuego hay que tener en cuenta el papel de estos hongos en la regeneración natural.
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Los investigadores midieron los cambios actuales en la frecuencia de fuegos en la cuenca del Mediterráneo y constataron que el aumento de incendios podría estar minando la resistencia de sus ecosistemas.
Los científicos descubrieron cambios en la estructura, la composición y la diversidad de los hongos ectomicorrícicos, que juegan un papel clave en la regeneración de bosques y otras comunidades vegetales tras una perturbación.
Resistir sequías y fuertes temperaturas
En concreto, estudiaron el desarrollo de hongos, en condiciones controladas de luz y temperatura, en dos especies de árboles: el pino marítimo ('Pinus pinaster') y el alcornoque mediterráneo ('Quercus suber'). Estos hongos son fundamentales para el funcionamiento de los ecosistemas. Su banco de esporas y otros propágulos pueden colonizar con éxito los suelos pobres y resistir sequías y temperaturas severas. Sin ellos, disminuyen las posibilidades de los ecosistemas de recuperarse después de alguna alteración.Uno de los hongos analizados. |CSIC
Mediante el uso de técnicas de amplificación de ADN y de secuenciación, comprobaron que los efectos sobre las especies micorrícicas variaban enormemente.
Los autores señalan que en cualquier estrategia de gestión o restauración de un terreno tras un fuego hay que tener en cuenta el papel de estos hongos en la regeneración natural.
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