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martes, 9 de noviembre de 2010

Encuentro con un cometa pequeño lleno de chorros de CO2

El sobrevuelo del cometa Hartley 2 que ha realizado la nave espacial Deep Impact, pasando a 700 kilómetros de distancia de su núcleo tomando fotografías y analizando su composición, ha sido un éxito rotundo, según los responsables de la misión. En los datos recibidos, y aún contando con que tardarán mucho tiempo en analizarlos a fondo, han logrado, por primera vez, asociar los numerosos chorros brillantes que emanan del núcleo con rasgos topográficos precisos de su superficie. Creen que se trata de chorros de dióxido de carbono principalmente.

Los científicos y responsables de la NASA, tras la recepción de unas pocas imágenes iniciales y las señales que indicaban el éxito del acercamiento de la nave al cometa, han tenido que esperar unas horas hasta recibir el grueso de los datos, ya que durante el sobrevuelo y máxima aproximación, la Deep Impact no podía tener orientada la antena principal hacia la Tierra mientras enfocaba el objetivo con sus cámaras.
"El núcleo del Hartley 2, de dos kilómetros de longitud máxima, está en rotación, y es una rotación compleja", ha explicado Michael A'Hearn, jefe científico de la misión. "En las fotos se aprecian numerosos chorros, seguramente de dióxido de carbono, tanto en la zona expuesta al Sol en cada momento, como en la sombra y en los bordes de transición. Hay puntos del cometa increíblemente ricos en hielo seco [CO2]", ha subrayado este experto de la Universidad de Maryland.
"Hasta ahora no sabíamos qué forma tenía el núcleo del cometa", ha explicado Tim Larson, jefe de la misión en el Jet Propulsion Laboratory (California). Durante el sobrevuelo, a una velocidad relativa de 43.400 kilómetros, se han tomado datos con las dos cámaras de la nave y el espectrómetro infrarrojo. La operación de sobrevuelo, con la toma de datos que comenzó a principios de septiembre y que continuará tres semanas más (con la nave ya alejándose del cometa) se obtendrán unas 120.000 imágenes, ha explicado Larson.
El cometa cumple una órbita alrededor del Sol cada seis años y medio y ahora está en la fase de máxima aproximación a la estrella, cuando pierde material de su núcleo -por efecto de la radiación solar- que forma la envoltura gaseosa (coma) y la cola. Los expertos no pueden precisar cuanto tardará el deshacerse este cuerpo pero han calculado que pierde entre un metro y un metro y medio de grosor de la superficie cada vez que pasa junto al Sol. "También se puede llegar a partir en dos, pero lo digo como una especulación", ha señalado A'Hearn.
El Hartley 2 es el segundo objetivo de la Deep Impact, que en 2005 se acercó al cometa Tempel 1 lanzando previamente al núcleo un proyectil que abrió un gran cráter en la superficie y expuso el material del subsuelo. Tras ese primer encuentro, los responsables de la NASA decidieron dirigir la nave hacia un segundo cometa, en la actual segunda parte de la misión, denominada Epoxi. "Parece fácil, pero [el éxito del sobrevuelo del Hartley2] es el resultado de mucho trabajo de diseño, de ensayos, etcétera", ha destacado Larson. La precisión del sobrevuelo ha sido excepcional, con una desviación de sólo tres kilómetros sobre lo previsto, según los datos preliminares.
"Esta nave ha proporcionado las observaciones más amplias hasta ahora de un cometa", ha destacado Ed Weiler, director científico de la NASA durante la rueda de prensa celebrada en el JPL tras el sobrevuelo. Charles Elachi, director del laboratorio ha felicitado al equipo de la misión y ha presentado a Malcolm Hartley, el descubridor del cometa, invitado al centro de control para presenciar las operaciones del sobrevuelo y la recepción de datos de la misión Epoxi.
FUENTE

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